Visitando a una amiga [libre]

Me sentía fatal por como le hable el otro día a Rin, así que quería disculparme ante ella, pero, me daba cosa ir solo, no quería ir solo a Sabertooth, fue entonces, que resonó una voz en mi cabeza. -Oye, oye, oye, ¿hasta cuando mas vas a estar llorando como un niño pequeño por algo que sabías que era inevitable, eh.- Dijo aquella voz, tenía mi misma voz, pero algo mas madura... era bastante extraño. -¿Quien eres tu?- Pregunté al aire, ya que estando solo aun en la sala, nadie me oiría y luego, algo me sorprendió. -Digamos, que soy una segunda personalidad que has creado después de que te abandonase Rin, no te preocupes, déjame el cuerpo e iré hacia sabertooth y bueno, hablaré con Rin, ¿te parece bien?- Me dijo aquella voz, asentí con la cabeza y entonces todo se volvió oscuro.

-Voy a cambiar tu imagen un poco si no te importa, jeje.- Dijo mi segunda personalidad mientras se ponía una camiseta negra algo rasgada, unos pantalones verdes y un collar rojo, luego, salí de allí sin que nadie me viese, entonces, después de andar bastante rato, llegué a Sabertooth, donde estaría Rin. -Con que esto es Sabertooth, ¿eh? Supongo, que si armo un jaleo, podré hablar con Rin, aunque, quizás sea demasiado bruto, bah, da igual, eso lo hará mas divertido.- Dije mientras me acercaba a las puertas.

Toqué las puertas y estas explotaron dejando abierta la entrada, me sorprendió que fuera bastante fácil. -Bueno, ahora que estamos en Sabertooth... ¡¡¡Rin!!! ¿estás ahí?- Chille fuertemente, al ver que nadie respondía, seguí avanzando, hasta que unos magos de allí me vieron.

-¿Como te atreves a entrar aquí de esa forma tan llamativa?- Me preguntó uno de los magos recién llegado, mi mirada ahora mismo era la de alguien bastante confiado y seguro de si mismo, el ambiente se estaba volviendo tenso. -No tengo interés en vosotros, solo he venido a ver a una amiga, dejadme pasar, si no queréis sufrir las consecuencias.- Dije mientras contaba los magos, eran tres, así que solo saqué tres puñales, los magos cabreados, me lanzaron bolas de fuego, pero simplemente salté alto y luego les lancé los tres puñales, los cuales se clavaron en sus brazos y los puñales, explotaron, dejándolos malheridos, sin matarlos, pero haciéndoles sufrir. -Os advertí, ahora, ¿donde estará Rin?- Me pregunté mientras seguía mi camino.

Estaba adentro de el Gremio, aburrida de como de costumbre, ya que no habia ningún trabajo que hacer, y eso me tenía bastante mal, pensaba en mi interior:
- Genial... No hay ningún trabajo para hacer, y aún no soy buena usando mis poderes, que haré... necesito dinero...
Y en ese mismo momento, habia escuchado unas peleas en la entrada de mi gremio, ¿Que estaría pasando? Si que me asomé un poco para ver, de todas formas, si alguien se interfería con el gremio debía salir para poder defenderlo, mientras que uno de mis compañeros magos me dijo:
- Hey Rin, al parecer te están buscando a tí.
- ¿A mi? ¿Porqué?
- No lo sé, anda a ver.
Asentí con la cabeza y bajé a ver que era lo que estaba pasando, ví a mis compañeros mal-heridos y me preocupé mucho, hize un hechizo que les caía suavemente una brisa de agua para que se recuperaran y las heridas sanaran, y moví la cabeza para ver quien era, ¡Era Natsu Shion! Mi amigo de el Consejo de los Magos, pero tenía un rostro distinto, se veía distinto a él como yo lo habia conocido, si que me paré un tanto "confundida" y le pregunté:
- ¿Natsu? ¿Que estás haciendo acá? Y que manera de entrar...

-Llegas tarde Rin, como de costumbre, aunque debo admitir, que esta fue una buena forma para encontrarte.- Le dije mientras me acercaba poco a poco a ella, al ver que la chica empezó a curarles las heridas, aunque, me parecía increíble que los quisiera curar, sobre todo después de que hubiesen perdido un brazo. -Creo que ya no podrán a volver a ser magos, no sin un brazo, me sorprende que lo que se conoce como el gremio de Sabertooth, tenga a unos blandengues como ellos, ni siquiera han sido capaces de derrotar a un crío, y encima eran mayor en número.- Dije riendo mientras me seguía acercando hacia Rin, hasta que estuve a escasos centímetros de ella.

-Antes que nada... bueno, da igual, si eres lista, te darás cuenta con el tiempo.- Dude si era la segunda personalidad creada por Natsu o no, puesto que sería interesante ver como reaccionarían, entonces, uno de los magos de allí que observó la lucha, me atacó con una bola de fuego, la cual esquivé tirando una piedra al suelo, haciendo que esta explotará y impulsándome por la explosión. -Eres molesto, insecto... no, espera, me equivoqué, ahora tendré que disculparme ante los insectos por decirle insecto a escoria como tú...- Dije sonriendo con seguridad mientras lanzaba un puñal a su pie y este se clavaba en él, luego el puñal explotó y destrozó el pie de aquel chico.

- ¡Water Prison!
Apunté mi ataque hacia Natsu, para aprisionarlo todo el cuerpo en una prisión de agua, y lo miré bastante enojada ya que no me gustaba que le hicieran daño a mi Gremio,. ni mucho menos a las personas que eran mis amigos, si que ya transformada en mi lado B de Dragon Slayer lo miré fijamente.
- Elegiste mal día para venir a molestarme Natsu, ni mucho menos en meterte con mi Gremio, ellos son mis amigos ahora por tu culpa no podrán usar más magia.... Que es lo que quieres y para que veniste.
Seguía mirando, atenta ante cualquier movimiento de Natsu, sabía que a lo mejor era un poco más débil, pero mi deber era defender al Gremio, fueran amigos o no, el Gremio es mi familia.

No pude evitar no reírme ante el ataque de Rin, de verdad, me hizo reir. -Bueno, vine a comprobar que estarías bien protegida, pero veo que me equivoqué, todos los que se han enfrentado a mí, son unos debiluchos, y encima escoria, puesto que eso son los cobardes, escoria, además, ni siquiera pudieron hacerme nada los tres juntos, ¿aun así, piensas que tú puedes contra mí?- Le pregunté bastante seguro y sin estar asustado, lo que me iba a ser gracioso, sería cuando la otra personalidad volviera a tomar el control y viese lo que había hecho con su cuerpo. Toqué el agua y esta explotó dejándome libre, un poco malherido, pero libre al fin y al cabo, me seguí acercando a Rin, hasta que estuve lo suficiente cerca y la agarré del mentón. -Sabes, eres bastante agresiva como para ser una chica, mi otro yo de seguro se moriría de vergüenza al hacer algo como esto, pero claro, cabe mencionar, que en verdad, hago lo que él se guarda y él desea...- Le dije a Rin sin decir nada en claro.

- ¿Agresiva dices? Sigo siendo la misma de siempre, solamente no te has dado el tiempo de conocerme, cualquier persona que se meta con mi Gremio se meterá conmigo, no me importa que sea amigo, este gremio es mi familia, no abuses con tu autoridad de Jefe de el consejo de los Magos, porque te puede ir mal conmigo.
Decía bastante enojada, mientras que la gente del gremio que estaba allí decía.
- Jamás habia visto a Rin de esa manera...
- De todas formas, sea tu otra personalidad, o la misma, sigues siendo el mismo, y eso de abusar de la verdadera parte de Natsu es bién feo, estás siendo inconcecuente con tus palabras, y aunque fuesen débiles los de Sabertooth, no volveré al consejo, porque aquí es mi familia, acá estan mis amigos, mi hermano, y jamás te perdonaré lo que hiciste, ¡Aliento del dragón de Agua!
Mandé un gran poder, mandando para afuera del Gremio a Natsu, mientras caminaba lentamente hacia afuera mirandolo seriamente.

-Vaya, creo que hay algo que has entendido mal, simplemente, vine porque quería verte, no para que volvieses al consejo y ya veo, que, te hice cabrear solo para demostrar eso...- Dije, al ver que estuvo a punto de atacarme y yo fui a contraatacar, pero en ese momento, salió mi otra personalidad, la cual, se dejó dar de lleno por el golpe sin defenderse ni nada. -¿Que he hecho...?- Pregunté en voz baja al ver eso, la gente malherida por mi culpa... no me lo podía creer y lo que es mas, había enfurecido a Rin, empecé a echar lágrimas por los ojos, después de todo, no había sido buena idea venir aquí a ver a Rin. -Rin... solo quería advertiros de que ese misterioso circo... corren rumores de que está en la zona, y son muy poderosos, así que no cometas ninguna locura...- Dije casi llorando y avergonzado de mis actos, en cierto modo, tenía rabia hacia Sabertooth, pero, no quería haber llegado hasta tal extremo, quise irme de allí lo antes posible.

Seguía con el rostro enojado, lo que habia hecho la contra parte de Natsu realmente me habia enfurecido, pero habia una forma de recuperar a los magos heridos, si que no me preocupé, si que seguía mirando aún así como Natsu se iva, si que le grité:
- ¡Tu no vas a ninguna parte! Quedate, cúentame que pasó...
Seguía parada, esperando alguna respuesta de Natsu, no entendía muy bién lo que pasaba, pero tenía que averiguarlo de una ú otra manera.

-Venga, déjame salir... así podré hacer que Rin se enamoré de ti, o acaso ¿no es eso lo que quieres?- Dijo mi otra personalidad en mi cabeza, pero simplemente ignoré la segunda personalidad, y observé a Rin, quería que me quedase y le contará todo lo sucedido, pero y si salía mi segunda personalidad y la lastimaba de verdad, no podía permitirlo. -Y un cuerno... no tengo porque darte explicaciones de nada, traidora...- Dije mientras me disponía a irme, en verdad, lo que le dije, me había herido de verdad, estaba llorando, el ambiente estaba tenso y estaba lloviendo fuertemente, no solo había herido a unos cuantos magos, entrado rompiendo la puerta del gremio o lo que es peor, haber enfurecido a Rin, no quería que siguiera así, quería dejar de dudar siempre, estuve a punto de decirle a Rin mis verdaderos sentimientos, pero no pude. -Rin, te ruego, que por favor, si te encuentras con aquel circo, no te metas en líos, eso es cosa del consejo.- Le ordené mientras me disponía a seguir mi camino.

- ¿Líos? Ese es mi segundo nombre, si hay algo que hacer, de seguro Sabertooth se interpondrá, no tengo problema con ayudar, necesitaba algúna accion que hacer, y de seguro si me encuentro con ese Circo les daré su bién merecido y los mandaré a volar a como de costumbre.

Dije mientras seguía parada, esperando una respuesta de el chico castaño, Natsu Shion

No podía permitirlo, no quería que Rin se enfrentará a ese circo, así que me limité a verla y decirle claramente y serio, con intenciones de intimidarla. -Hagamos algo, si me vences, no, mas bien, si logras rozarme con alguno de tus ataques, no te impediré hacer lo que quieras, pero si no lo logras en cinco minutos, tendrás que resignarte y no hacer nada contra esa gente de aquel circo ¿te parece bien?- Le dije esperando que no saliese mi otra personalidad, que no paraba de refunfuñar diciendo que quería salir y además, el ambiente se había vuelto mas tenso.

No llegué a imaginar que una visita para pedirle disculpas a Rin se acabase convirtiendo en esto, pero era mejor esto que no otra cosa, prefería mil veces mas esto que que Rin se enfrentará al circo.

La chica miraba con suma extrañeza lo que le decía Natsu, si que se puso a pensar y luego llevo a una resolución:
- ¿Porqué quieres que peliemos? Que sacamos con eso, no pienso malgastar mi poder mágico en algo tan tonto como esto, yo iré te guste o no la idea, pues hablas con una Dragon Slayer y de el gremio más fuerte de todo Fiore, si que no me pasará nada, ¿Acaso ahora desconfías de mi poder?
Dije mirándolo seriamente a los ojos.
- Estando en el Consejo aprendí muchas cosas, ahora soy otra Rin a la que conociste cuando entré, me siento mucho más fuerte y mucho más capacitada para hacer lo mejor posible, la vida tiene sorpresas y desafíos, y si no los cruzas, no estás viviendo.

No parecía que se le pudiese hacer cambiar de opinión a Rin, pero aun así, iba a evitar a toda costa que le pasara algo. -¿Acaso tienes miedo de perder? Considera-lo un entrenamiento la pelea.- Le dije mientras sacaba diez puñales y esperaba para ver que hacía Rin y lanzarlos, pero los guarde y suspiré. -De acuerdo, si quieres enfrentarte a esa gente tu misma, no te detendré, pero al menos, no vayas sola, son muy tramposos y hay uno de ellos que es capaz de anular la magia del rival, así que ten cuidado.- Dije mientras me disponía a irme mientras mi otro yo quería salir, para hacerle algo a Rin, pero no iba a dejarle salir por mas que quisiera. -Rin, me gustas... y perdóname por como te hable el otro día y por lo de hoy.- Dije mientras me aguantaba las ganas de llorar y se iba de ese sitio haciendo explotar una ventana para salir en vez de salir por la puerta, mas que nada, por que no sabía que hacer y estaba pensando en otras cosas.

Veía toda la conversación que me había dicho Natsu, de que posiblemente sería una batalla muy dura, y eso me daban mas ganas de pelear contra ellos, s que me parecía una batalla para poder probar mi lealtad al Gremio, y para también probar mi fuerza.
- No te preocupes por mi, en mi Gremio hay 3 Dragon Slayers, y muchos magos muy fuertes, si que de seguro no nos pasará nada malo, confio plenamente en todos los de mi Gremio.
Habia escuchado lo que me había dicho él y no comprendía mucho, si que miré.
- Lo siento... No puedo ir tan rápido con los sentimientos igual que tu, y me cuidaré.