[Priv. Jellal Fernandes] Aparece un desconocido

El cielo iba oscureciendo poco a poco, lo que significaba que la Luna retomaria su lugar como siempre y echaria al Sol de su trono. Los faroles de la calle comenzaban a alumbrar tenuemente las calles que contenian una cantidad de personas considerable.

El bullicio era tal que nuestra muchacha debia de tener cuidado para no tropezar o atropellarlos con su gran equipaje que ocupaba parte del camino. Las personas se echaban a los lados tranquilamente y miraban la cantidad de maletas que llevaba, para una sola persona era demasiado.

Erza termino su camino parandose en la puerta de un lujoso hotel al estilo oriental. Cruzo el umbral de la puerta sin ningun problema y dejo su equipaje con uno de los trabajadores de alli. Decido estar alli un par de noches y descansar de su recien acabada mision. Pago por adelantado las dos noches que queria estar y se dirigio hacia su habitacion guiada por el responsable del lugar.

Entro en su habitacion dejando su armadura a un lado y cambiandose por un kimono azul con imagenes de hojas en un azul mas ocuro, se asomo a la ventana e inhalo una bocanada de aire sintiendo como se llenaban sus pulmones. Se tumbó en el futón y se quedo dormida sin darse cuenta.

Horas mas tarde abrio los ojos, y se desesperezó lentamente - vaya, he dormido no ... me di cuenta - Recoloco su kimono y bajo a darse un baño, era ya entrada la madrugada por lo que no debia de haber nadie en las termas y efectivamente, cuando entro no habia nadie, solo ella y la suave brisa que recorria el lugar.

Introdujo su cuerpo en el agua quedandose solo con la toalla que le cubria un poco el cuerpo, se recosto y miro el cielo completamente oscuro salpicado por pequeñas manchas de color amarillento.

- Vaya, esta noche abundan estrellas - yacía alli con los ojos entornados relajandose como podía en aquellas transparentes aguas.

Era un día como cualquier otro, en donde aquel mago de cabellos azules continuaba en la búsqueda de su maestro, de algún maestro para que le enseñe el arte de usar magia de cuerpo celestial, pero su búsqueda lo había llevado a la ciudad conocida como Hosenka, la cual era muy habitada por distintas razones, tanto cosas turísticas como para vivir en ese lugar.

Los lugareños de aquel sitio parecían más que amigables, todos respondían con una sonrisa, cosa que agradaba al mago ya que a él le parecía más que hermoso una ciudad útopica en la cual vivir, donde no hay tantos problemas y no tiene conflictos con otros lugares. Al poco tiempo de estar ahí, quedó enamorado de aquella ciudad cosa muy común ya que tenía el estilo oriental en esa época. Por lo que en cuanto pudo se registró en una posada, o eso parecía pero realmente era un hotel, por lo que pidió un par de noches para así poder disfrutar de convivir un momento con la gente de este lugar.

Llegando la noche a aquella ciudad, esta se mantendría en un silencio absoluto, tras disfrutar de las festividades que había ahí, el chico de cabellos azules entraría al hotel, si bien ya era un tanto tarde, aproximadamente la una de la mañana, entonces decidió meterse a duchar, pero no quería tener que estar en una ducha clásica por lo que prefirió ir a las termas de aquel hotel, si había pagado algo, debía disfrutarlo lo mejor posible. Por lo que entró a aquellas termas en cuanto pudo, estuvo solo alrededor de una hora, luego decidió salir a comprar algo de sake para acompañar aquella velada.

Si bien aquella noche apenas había salido un momento de aquellas termas, solo para ir a comprar un poco de sake, volvería al interior de aquella terma mixta, para así notar que una peli roja se encontraba ahí. Solo haría sonar su garganta, para así esperar respuesta por parte de aquella mujer.

Él solo llevaría una toalla cubriendo su entrepierna, dejando ver su bien marcado abdomen y su cuerpo de tez clara, mientras que un gran sonrojo se notaría en sus pómulos. -Eh… disculpe…- Dijo el chico mientras que solo mantenía la charola de sake en sus manos con un par de tazas.

Un sonido metalico llamo la atencion de la joven, y una disculpa hizo que esta girase la cabeza. En aquel lugar se encontraba un joven solo vestido con una toalla, sonrojado y con una vasija con algun liquido.

Erza se quedo mirando a aquel desconocido mientras abria la boca para replicarle el echo de estar alli, al pronto cayó en la cuenta que aquellas termas eran mixtas y ambos tenian el derecho de estar alli. Se ruborizo un poco mientras apretaba un poco mas la toalla contra su pecho, era lo unico que le daba intimidad, una toalla envolviendo su cuerpo desnudo. Lo mismo ocurria para el muchacho, lo unico que le tapaba era la toalla anudada a su cintura.

- Ah! perdon - sus mejillas se tiñieron de rojo - crei que no habia nadie - miro hacia otro lado - .. y bueno, pense que ... no importa - miro de nuevo al muchacho, era bastante atractivo, su abdomen estaba marcado con los pequeños surcos de su musculatura, sus brazos eran fuertes y su cabello azulado caia despreocupadamente sobre su rostro.

La pelirroja se quedo alli quieta mirando de reojo al desconocido, aspiro un poco el aire y se relajo - Soy Erza Scarlett - le tendio la mano. Decidio presentarse, algo le decia que pasarian un rato juntos y lo mejor era llevarse bien.

El ver que la fémina se presentaba, este solo entró al agua a su lado, evitando la mirada de la fémina solo se intentaría relajar, si bien estaba con lo que muchos hombres dirían “una belleza”, simplemente diría en un tono más tranquilo. –Soy Jellal.- Diciendo eso, serviría en una de las copas un poco de aquel alcohol para así brindárselo a la chica, mientras que él se servía otro poco en la otra taza.

-Es una hermosa… Noche.- Dijo pausado mientras que pasaba su mirar de los ojos de la chica al cielo, mientras que solo recargaba los brazos en la orilla de aquella terma para así solo soltar un suspiro, si bien no quería incomodar a la chica, preferiría solo charlar aquella hermosa noche donde la luna llena era una de las pocas fuentes de luz que proveían aquel lugar.

-La luna llena, siempre me recuerda cosas de mi pasado. ¿Qué hay de usted tiene algo que quiera contar?- Dijo mientras que volvía a enfocar sus orbes amarillentos en los de la chica, al tiempo que solo daba una pequeña sonrisa.

La noche era mas tranquila de lo que se imaginaba, los muchachos estaban envueltos por las cálidas aguas de las termas mientras hablaban placidamente.

Erza bebio un poco del liquido ofrecido por el recien presentado Jellal, cuando lo introdujo en su boca le ardio un poco la garganta, sake, no estaba muy acostumbrada al alcohol por lo que decidio beber despacio.

Jellal halagó la noche calificandola como hermosa, pero por lo que Erza sintió, tambien le parecia triste ya que menciono que le recordaba cosas de su pasado. Se fijo en sus ojos dorados, eran tristes y misteriosos, en ese momento la pelirroja sintio el arrebato de abrazarlo y decirle que dejase esa triste mirada a un lado, pero decidio contenerse, no era propio de ella hacer las cosas sin pensarlas.

Dio una pequeña zambullida mojando su rojo cabello, obteniendo que algunos mechones quedasen pegados a su piel debido al agua - No tengo nada que contar - no iba a contarle nada sobre ella a un desconocido, aunque ejerciese cierta atraccion sobre ella no significaba nada - ¿y tu? - si el daba el paso a ella no le importaba, pero asi como así no diria nada.

Si bien el estar acompañado de aquella fémina solo lograba que se sonrojara, al ver como se sumerge en el agua solo se taparía su entrepierna para así no dejar que lo vea, mientras que al verle solo le diría. –Pues, no cuento mucho, solo que las atracciones de este lugar me parecieron muy buenas.- Dijo en un tono inocente, no esperaba que le contara algo importante, solo saber si se había divertido en este día.

-Bueno, ¿Usted ha tenido un buen día?- Dijo sonriente mientras que volteaba a verle con seguridad al tiempo que solo se metía un poco en el agua, haciendo que sus cabellos subieran y luego se pegaran en su propio rostro. Al tiempo que solo mantenía aquella sonrisa ingenua, pero al mismo tiempo un tanto segura.

-Digo, parece que hay algún tipo de festival en estos lugares.- Musitó mientras que solo volvía a apartar la vista de los ojos de la fémina para así voltear a ver el cielo de nueva cuenta, recordando aquellos momentos de diversión que tenía con su maestro en el pasado.

Siempre estaba a la defensiva, formaba parte de su personalidad aunque a veces se defendia sin necesidad. Aquel muchacho solo le habia preguntado por el día que habia tenido y ella ya habia pensado en que queria informacion privada - Soy demasiado desconfiada - alzo una mano apartandose los mechones mojados de la cara. Algunas gotas caian traviesas por su cuerpo lamiendolo incesantemente.

- Mi dia ... apenas puedo recordar mucho - volteó la cabeza parar mirar al muchacho - pase dormida la mayor parte del tiempo - solto una pequeña risa y le sonrio ampliamente, comenzaba a sentirse comoda y eso era raro en ella.

Se quedo pensativa mientras Jellal le mencionaba las atracciones de aquel lugar - este sitio es mas de bares y termas por lo que me han dicho - se quedo mirando tambien el cielo - me quedare aqui un par de dias e iré a despejarme en aquellos lugares - encogio un poco los hombros - me hace falta un respiro - se levanto agilmente del agua y se puso de pié frente al joven que estaba sentado. Dio una pequeña vuelta dentro del agua, abriendose paso con éstas.

Agarraba la unica prenda que tenia en ese momento contra su pecho para que no se le callera. El viento ondulaba su rojo cabello mientras caia sobre sus hombros. Poso sus ojos castaños sobre los de Jellal - ¿y tu dia? - volvio a sonreir dulcemente esperando la respuesta del joven.

-Mi día, pues ha sido interesante, casi no he encontrado momento para descansar más que este, ya que todo el día estuve mirando los eventos que se encontraban en este lugar. Es muy divertido así que tengo planeado venir varias veces a ver que me encuentro.- Dijo un tanto alegre, pero luego calmó su ser para así no espantar a aquella mujer por lo que solo sonrió mientras cerraba sus orbes, hundiéndose ahora él para así mojar sus azules cabellos. Mientras que volvía a abrir los ojos manteniendo su mirar a donde se encontraba aquella fémina que si bien al principio le provocaba una mala sensación más que de enojo o algo así, de pena. –Eh, y pues… no sé me quedé sin tema…- Dijo mientras que mostraba una sonrisa un tanto tímida para así rascar su cabeza con la mano izquierda al tiempo que cerraba los ojos. –Disculpe si le aburro, normalmente me la paso solo, por lo mismo no sé de qué hablar con una mujer, además de que una chica linda como usted de seguro debe tener algún tipo de pareja y no quiero que nos encuentre en esta situación.- Musitó, para así cerrar sus ojos lentamente sonriendo pero esta ves un tanto triste, por lo que solo suspira tranquilamente recargando la espalda en la orilla de las termas, para luego solo mostrar su rostro el cual estaba lleno de enigmas, ya que por lo regular era raro que alguien supiera lo que este pensaba.

Erza le miro dulcemente mientras el joven cerraba los ojos. Era curioso, se sentia atraida por el de alguna manera aunque no queria aceptarlo, nunca se habia planteado tener una pareja, se encontraba bien sola y con sus amigos por lo que ese pensamiento no llego a ella.

- No se preocupe - alzo una mano - no tengo pareja - hizo una pausa y se sento en una de las piedras del lado opuesto de las termas mientras miraba las ondas - y los demas pueden pensar lo que quieran, a mi no me molesta - se sonrojo un poco - ademas ... me sentiria halagada si me tomasen como pareja suya - miro hacia otro lado un tanto avergonzada - no todos los dias se encuentra a alguien tan amable y simpatico.

Se sentia un poco avergonzada por lo que acababa de decir, era raro en ella ese tipo de actitud pero no le disgusto simplemente no sabia bien que hacer. Su vida no le habia dado muchas oportunidades para enamorarse y ella no habia buscado el amor, debido a eso las circunstancias en las que se encontraba era extraña y se sentia un poco indefensa.